¿Qué es el salario emocional?
El salario emocional es todo lo que aporta satisfacciones más allá del pago quincenal. Es una forma de recompensar tu talento y tu tiempo con un poco más que la ganancia económica. Con el salario emocional se busca contribuir al equilibrio entre la vida personal y laboral, mejorar la productividad por medio de incentivos que motiven a la persona que trabaja.
Y es que, en la actualidad, tener un buen sueldo no equivale a sentirse satisfecho en el plano profesional. En este sentido, tal y como señala un informe de Infojobs, aunque en el 79% de los casos la motivación principal para querer cambiar de empleo en 2020 fue el salario, el 55% de los empleados se plantearon dejar su puesto de trabajo para poder disponer de un horario más flexible, ya que el 54% buscaba una mayor conciliación de la vida personal y laboral.
Es decir, el término hace referencia a aquellos beneficios tangibles o ventajas intangibles del puesto de trabajo que no quedan reflejados en la nómina, ya sea desde la posibilidad de disponer de un servicio de comedor hasta contar con un buen clima laboral.
El salario emocional puede verse reflejado en oportunidades, reconocimiento, incentivos, facilidades, compensaciones o quizás un esquema de trabajo flexible. Ojo, todo esto es adicional a tu salario, es un extra, un valor añadido y no una compensación por un salario económico bajo. Es lo que puede hacer la diferencia entre sentir que vives para trabajar y sentir que trabajas para vivir.
Si bien el salario emocional se puede considerar como tal aquello que cuente con las siguientes características:
Autonomía: tener la capacidad de manejar tu tiempo y/o tus proyectos
Sentido de pertenencia: sentirse valorado y apreciado
Creatividad: poder dejar tu huella en aquello que haces, independientemente de tu profesión
Dirección: aspiraciones a mediano y a largo plazo
Disfrute: actividades diarias satisfactorias disfrutar lo que haces todos los días
Inspiración: tu trabajo te abre las puertas a un mundo de posibilidades
Crecimiento personal: aprendes de tus errores y creces como ser humano
Crecimiento profesional: la oportunidad de usar tu talento, tus fortalezas y habilidades para convertirte en un mejor profesional
Maestría: satisfacción de hacer algo bien y de mejorar continuamente
Propósito: sentir que tu trabajo tiene un propósito mayor, que trae beneficios a otros niveles más allá de lo personal
Al no ser un objeto contable y material, te compartimos algunos ejemplos de cómo puede verse materializado el salario emocional:
Trabajo flexible. A partir de la pandemia el trabajo flexible ha dejado de ser una tendencia y se ha ido posicionando como un nuevo modelo laboral. Ya sea que se trate de un modelo híbrido de trabajo, o que la compañía le permita elegir a sus trabajadores en qué horario cumplir sus tareas y funciones, esta flexibilidad podría considerarse parte del salario emocional.
Días libres/día personal. Esta facilidad le permite al trabajador faltar por algún motivo personal sin necesidad de justificar su ausencia.
Conciliación de la vida laboral y familiar. Algunas compañías reconocen a los trabajadores como seres humanos con responsabilidades familiares y entienden la importancia de tener tiempo para cumplir con compromisos de otro tipo que los laborales. Un ejemplo sería ofrecer ayuda para el pago de guarderías, ofrecer licencias de maternidad y de paternidad, por lo general de mayor extensión que las estipuladas por la ley.
Buen clima laboral. En pocas palabras, todo aquello que hace que te sientas a gusto en tu trabajo. Incluye el sentido de pertenencia, el respeto entre colaboradores, así como aspectos laborales como una organización adecuada de las tareas y comunicación efectiva, pues este tipo de factores contribuyen a la reducción de los niveles de estrés.
Reconocimientos e incentivos. Cada vez son más las organizaciones que reconocen la importancia de sentirse valorado. Esto va más allá de recibir una palmadita en la espalda cuando haces algo bien, también tiene que ver con ser tomado en cuenta y que se reconozcan tus talentos.
Posibilidades de crecimiento. Tener acceso a promociones internas, saber que hay oportunidades de crecer dentro de una empresa.
Oportunidades de desarrollo y capacitación. Aquí se encuentran todo lo relacionado con la formación: capacitaciones o facilidades para adquirir nuevas habilidades, clases de idiomas, etc.
A raíz de la pandemia ha resultado evidente que el bienestar emocional y psicológico son de mucha importancia. También han ido ganando fuerza e importancia las políticas de inclusión y diversidad. Cada vez son más las personas que buscan en su trabajo algo más que una fuente de ingresos.









