Aval bancario, alternativa si no tienes uno
Un aval bancario es cuando el banco actúa como avalista de la persona que adquiere un préstamo. Es decir, el banco ofrece sus servicios como avalista a cambio de una cuota que actúa como un seguro de pago. El cliente paga ese aval bancario como un seguro para cubrirse de un posible impago.
Mediante el aval bancario el beneficiario puede hacer que el banco se responsabilice de los incumplimientos. del avalado. En caso de que el avalado incumpla sus obligaciones, el perjudicado (beneficiario) podrá reclamar al banco directamente, evitando su lesión patrimonial gracias a la solvencia del banco.
Existen dos tipos de avales bancarios:
- Avales bancarios técnicos: La entidad financiera se hace cargo de cualquier obligación que le surja al cliente en su totalidad en caso de impago de deudas, rentas, impuestos, etc.
- Avales económicos: El banco cubre a su cliente de sus obligaciones financieras hasta cierto importe y plazo máximos, fijados previamente. Es el que suele ofrecer todo banco para clientes particulares, ya que el riesgo que se asume es mucho menor. Son los más usados para la compra de vivienda.
¿Cómo contratar un aval bancario?
- Para contratar un aval bancario hay que acudir una entidad financiera. Se estudiará la capacidad del cliente para cumplir con sus obligaciones financieras. Además de la documentación que la entidad financiera solicitará otras condiciones para realizar el trámite, por ejemplo:
- Comprobar una cantidad determinada como ingresos mensuales.
- Depositar una cierta cantidad de dinero en una cuenta bancaria, la cual no podrá usar el cliente hasta el vencimiento del aval.
- El cliente deberá firmar una Póliza de Cobertura de Garantía Bancaria o una Póliza de Cobertura para Límite de Garantías Bancarias, dependiendo del tipo de aval bancario que se haya elegido.
Por eso, recomendamos siempre asesorarse de la mano de expertos antes de realizar ningún trámite, no acudir solo a la firma e informarse adecuadamente sobre qué se necesita para pedir préstamo al banco, además del aval.
Del mismo modo, sÍ finalmente optamos por un aval bancario, leer muy bien la letra pequeña y que se especifique claramente cuáles serán las comisiones y los costos derivados de ser nuestro aval bancario.









